Telam - 21/08/2016 12:44 | ROSARIO

EL TROVADOR JORGE FANDERMOLE, LA MAYOR CELEBRIDAD PRESENTE COMO TALLERISTA Y EN CONCIERTO DENTRO DEL ENCUENTRO NACIONAL DE MÚSICOS QUE ESTE DOMINGO POR LA NOCHE CERRARÁ SU 13ª EDICIÓN, RESALTÓ QUE “SON ÉPOCAS PARA PRESTAR MUCHA ATENCIÓN A LO QUE SE ESTÁ MANIFESTANDO A NIVEL DE LO CREATIVO DENTRO DE LOS GÉNEROS POPULARES”.

Durante una distendida entrevista con Télam en un bar lindero al Centro Cultural Fontanarrosa donde entre viernes y sábado dictó el taller “La canción, una expresión de dos lenguajes: múltiples formas de abordaje compositivo", el artista reveló que ese proceso que procura transmitir forma parte de su propia vivencia al respecto.

“Empecé trabajando de forma muy intuitiva pero con el paso del tiempo uno va siendo más reflexivo en relación a qué recursos utiliza. Desde que me puse un poco a indagar en esas cuestiones de forma más ordenada, todo ha sido siempre un descubrimiento y me he maravillado con cosas que uno tiene a mano”, confesó.

El músico, creador de un estilo propio que atravesó la llamada Trova Rosarina y hoy impregna buena parte de la nueva música de raíz, ofreció sus charlas para más de 70 jóvenes tras haber cerrado la tercera velada de recitales con un certero espectáculo en la colmada sala Plataforma Lavardén del centro de la ciudad.

Allí y en compañía del grupo que integran Marcelo Stenta (guitarra), Fernando Silva (bajo eléctrico y cello) y Juancho Perone (percusión), ofrendó 45 minutos de recital que dedicó a los fallecidos Raúl Carnota y Nini Flores.

-Télam: ¿Cómo aplica aspectos de análisis de la canción a su propia obra?

-Jorge Fandermole: Es una cosa que empezamos a tomar como ejercicio con el (pianista entrerriano) Negro Aguirre en los 90 y la cuestión de lo compositivo está en la conversación habitual y van apareciendo paulatinamente profundizaciones de esos elementos que a veces pasan por lo poético o a veces por las construcciones melódicas.

Y Juan Quintero, con quien también tengo un contacto muy fluido, indaga mucho y compartimos la certeza de que el antecedente del cancionero previo es la fuente fundamental de recursos de todo lo que uno hace y que todo eso que uno aprendió desde chico después tiene como capas de observación que luego aparecen sobre las cosas que te llamaban la atención o te emocionaban.

Se trata de interrelaciones muy difusas o muy difíciles de establecer y eso tiene que ver con un tercer lenguaje autónomo que, de alguna manera, agrega a los dos o es un sistema más potente o no se lo ve.

-T: ¿Y esa exploración lo modificó?

-JF: Me modificó un poco el modo de observar, de analizar y de proceder. Supongo que en algunos casos proporciona más herramientas y probablemente la pérdida de cierta espontaneidad intuitiva también puede llegar a funcionar en contra, pero de todos modos son formas de evolución de la conciencia de las que uno no se salva. Vos hacés lo que podés.

-T: En este Encuentro pero también a lo largo y ancho de la escena popular, sus canciones son muy versionadas ¿Cómo vive esas lecturas?

-JF: Las escucho y las disfruto. La primera sensación que tengo es de mucho orgullo y me siento muy honrado porque que alguien esté buscando un repertorio y te elija es un gran empujón.

Pero lo que allí se pone en juego es la cuestión del concepto de identidad de la obra porque los modos de intervención suponen que algún rasgo voluntaria o involuntariamente comienza a ser modificado en relación a la obra madre. En mi caso, aprendí que la dinámica de la transmisión del cancionero popular lleva en sí mismo el mal o el bien del cambio.

-T: ¿Lo inquieta saberse puente entre el repertorio tradicional y las nuevas generaciones?

-JF: Eso está bueno pensarlo como diálogo en el que uno se hamaca entre los antecesores y lo que viene en una apertura que ahora es un poco mayor. Por un lado hay aportes de la arqueología que uno no tenía previsto y se van descubriendo los orígenes de obras que eran muy importantes y entonces el diálogo hacia atrás también se expande. Y hacia adelante hay pibes con una capacidad técnica para desarrollar caminos novedosos y encuentro pautas de lenguaje que yo no tengo presentes.